mayo 22, 2007
Desorden total
Hay días que no llueve
Y hay otros que ¡¡no mamen!! ¡¡un salvavidas por favooooooooooor!! Resulta que estoy desempleado porque el titiritero de la empresa donde trabajaba decidió cortar mis hilos. Zuuuuuuuaaaaaaz. De un tijeretazo y sin decir agua va.
Los días se empezaban a hacer muy, muy pesados y el ambiente era tan denso como mole de olla de frío. La cuenta a la que estaba asignado se terminó en marzo y la verdad es que no lo vi venir. No de esta forma.
Conforme pasaban los días me lo empezaba a imaginar y el 30 de abril me entregaron mi departamento, el cual por cierto, aún siguen terminando. Me avisan que me van a bajar el sueldo (en México todo se puede). Me pongo pendejo. Muuuuuy pendejo. El 9 de mayo me avisan que el 11 canta la gorda. A chillar a su pueblo. Ni modo. La incertidumbre cala gacho. Hay que aguantarse. Mi liquidación me da tiempo para poder tomarme un par de semanas de "vacaciones" y después empezar. Otra vez. A pesar que mi vida no ha sido para nada estática ni decadente, disto mucho de estar bien. Otra vez, ni modo. Lo que no te mata te hace más fuerte.