TRES-UNO

Por cuestiones históricas los españoles me dan diarrea, y más de una vez me han comentado que se les hace muy pendeja mi posición. Hablando sobre este tema alguna ocasión, una persona, quien por cierto desprecia con mucho odio a los Nazis, se molesto al conocer mi postura. Hay que aclarar que los Nazis nunca se metieron con nosotros. . . bueno, bueno si hundieron un buque mexicano en Europa; ¡pero no nos vinieron a matar en nombre de dios! Como decía, esta persona se molesto ante mi posición sobre los españoles y se encabronaba argumentando que cómo era posible que tuviera un pensamiento tan retrograda a lo que le cuestioné sobre su mismo sentir sobre el partido nacional socialista alemán a lo que contesto: "Ellos intentaron acabar con los judíos y cometieron muchos atropellos en contra de la humanidad". Pareciera que esta persona no hubiera llevado un curso de historia de México y en especial sobre el capitulo de la conquista. Sobre dicho argumento le pregunte, ¿Cuántos cubanos hay en Cuba? ¿Sabías que cuando los españoles llegaron a la isla mataron a todos los habitantes? Por eso en Cuba no hay mucha gente con rasgos indígenas; los que hay los llevaron de otro lado. Hay blancos, negros, mestizos, etc; pero no hay cubanos. Ellos si acabaron con una raza. Ellos no lo intentaron. Ellos salieron de su país, de su continente, llegaron hasta Cuba y mataron a todos. ¿Por qué a ellos nadie los cuestiona? En fin. Todo este chorazo es únicamente para comentar que el orden se ha restablecido en el universo el día de ayer lo cual es de celebrar. Primero E.E.U.U. sale del mundial con un punto (el cual hay que recalcar, lo obtuvieron por un autogol de Italia) y España con un 3-1 encima. ¡Albricias! Me da especial gusto porque antes del partido había un grupo de españoles que sostenían un cartel que decía ¡¡Adiós Zizou!! ilusamente pensando que lo iban a jubilar. Pobres tontos. ¿En serio pensaron que le podían ganar? En un país donde el fútbol lo juegan los extranjeros, cómo pueden pensar eso. Para mi siempre ha sido obvio y hasta la fecha no me he equivocado. Juar, juar y más juar. Recuerden que lo que dios más castiga es la boca. Me despido con una frase que ayer se comento en la televisión, "Los niños ganan partidos. Los hombres campeonatos"

Pobre Lavolpe

Como todos han de saber, y sino se los comento, la selecciona nacional mexicana de fútbol perdió ayer el partido frente a la selección de Portugal. El paso de México por el mundial va en picada como el Titanic (primero ganan, luego empatan, ahora pierden) y tal parece que el final será, al igual que en la película de Cameron, inevitable. Recapitulando un poco lo que paso ayer entre las 9 y las 11 hs, y tratando de ser lo más justos posibles, ¿qué puede hacer Lavolpe?. Él podrá o no ser el mejor director técnico. Podrá ser medio mamón con los medios y, algo que le aplaudo, pudo no llevar a Blanco, pero, ¿qué puede hacer si su mejor hombre mete la mano dentro del área en una acción muy, pero muy infantil? ¿Qué puede hacer él si uno de sus mejores delanteros falla un tiro penal? ¿A quién se puede encomendar para que sus jugadores no intenten engañar al arbitro sin que éste se dé cuenta y los expulse del partido? No mucho, creo. Cuando menos el día de ayer fallo toda la selección, excepto el D.T. Sí, ya se que son un equipo y que las victorias y derrotas son de todos, pero ¿acaso le recriminaron a los jugadores el que no fuera convocado Blanco? Ustedes dirán que la decisión fue de Lavolpe. Yo digo que la responsabilidad de meter el penal y de no meter las manos es de los jugadores. Desafortunadamente el panorama pinta muy difícil y para poder seguir en la copa habría que derrotar al dos veces campeón del mundo Argentina quien pinta para campeón. En fin. Dejé de creer en la selección desde hace mucho pero si me da pena ver un equipo que no aprenda de sus errores y que le ha costado tanto poder hacer tan poco en la historia de las copas del mundo. El primer tiro penal que se marco en la historia de las copas del mundo fue marcada a favor de México, mismo que fue fallado. Dicen que ahí empezó la maldición.